5 January 2016 Un poco de teoría sobre el caracol, basándonos en la literatura
Los caracoles se encuentran entre los primeros animales consumidos por los seres humanos, lo que ha sido demostrado por el gran número de conchas o sus fragmentos encontrados en las excavaciones. Eso significa, que ya los trogloditas se alimentaban con los caracoles. Sin embargo, tan sólo los romanos fueron los primeros conecedores que descubrieron el sabor y las propiedades medicinales de los caracoles. Se los comieron, también debido a la estimulación del deseo sexual o la mejora de la experiencia sexual, o como un afrodisíaco. Probablemente, el apetito invencible de los romanos hizo que empezaran a criar caracoles, tratando de obtener individuos de tamaño impresionante y sabor excepcional.
Junto con los romanos, los caracoles encontraron su camino a las Islas Británicas, donde hasta hoy se llaman roman snails, o sea, caracoles romanos. Los galos también consideraban estos moluscos como un manjar. En la Edad Media, los caracoles a menudo eran consumidos y apreciados por su carne magra. Se los comía, especialmente, durante los períodos de ayuno. Se servían fritos en aceite y cebolla, a la parrilla o cocidos. En el siglo XVII, el consumo de caracoles se redujo significativamente, pero dos siglos después fueron elevados otra vez a la mesa real por el gran gastrónomo, el conde Charles Maurice de Talleyrand-Perigord, que ayudó a prepararlos para la cena de gala dada en honor del zar de Rusia. En el siglo XX, se volvió a criar los caracoles. Hay muchas nuevas especies y tecnologías.